El trastorno bipolar tipo 1 y tipo 2
Por si no es suficiente shock el que te etiqueten de un día para el otro con la clasificación «trastorno bipolar», al cabo de unas semanas me enteré que además tenía la sub-etiqueta «tipo 1».
Como siempre digo no es este un blog científico sino experiencial, pero para resumir, el tipo 1 es el «clásico» (episodios maníacos y depresivos) y el tipo 2 el «moderno» (episodios hipomaníacos – es decir que no llegan a la manía – y depresivos más largos). No descarto que con lo de moda que está esta enfermedad aparezcan el tipo 3 y tipo 4 en breve.
Yo si soy sincero casi prefiero el tipo 1, porque ya que tengo la enfermedad la quiero pura, sin limar, sin contemplaciones, viviendo la experiencia completa. Esto lo digo con lo boca muy pequeña y un poco de cara a la galería, porque un episodio maníaco completo, con ingreso de 4 semanas en el hospital no se lo deseo a casi nadie.
Pero ojo con el trastorno bipolar de tipo 2, que parece el hermano pequeño, pero teniendo normalmente episodios depresivos más largos, cosa que solo pensarlo me aterra igual o más que «el mío». Yo he estado en estados semi-depresivos (digo semi porque nunca me llegaron a recetar antidepresivos) durante 4-5 meses y ya me pareció terrible, no quiero imaginar algo peor.
Al final esto de las etiquetas creo que lo mejor es tomárselo como algo positivo. Si un médico (mejor 2 o 3, que no haya dudas) te consiguen encasillar en algo más concreto que «trastorno bipolar» o incluso que «enfermedad mental», la gran ventaja es que el tratamiento se hace también mucho más específico y por lo tanto la vuelta a la «normalidad» (otro día a ver si me animo a definir «normalidad») será seguramente más rápida.
Pero aún así, antes de tipo 1, tipo 2 o tipo N, a mi me gusta pensar que soy un gran tipo 🙂