El trastorno bipolar y el dinero
Uno de los síntomas que más se tienden a explicar es que durante la fase maníaca, el paciente con trastorno bipolar tiende a gastar mucho más dinero del habitual. Si lees casos por Internet, a menudo cantidades tan grande como para comprar un coche o hasta una casa. He de decir que en mi caso no ha sido así… ¡menos mal, de esta me libré!
Pero entiendo perfectamente que haya personas que sí les haya pasado. En las fases previas a la manía, cuando uno está eufórico y tiene ganas de hacer planes nuevos cada día, puedo imaginarme perfectamente que alguno de esos planes esté relacionado con un gasto desenfrenado.
Como decía a mi no me pasó, o si lo hizo fue a pequeña escala. Quizás invité a una ronda a medio bar o me compré unos tejanos nuevos, no recuerdo, pero la cosa no pasó de eso. Puede ser que el hecho de que yo sea una persona más bien austera (queda mejor eso que «rata») este síntoma no lo desarrollara.
Supongo que alguien que tienda ya en su vida normal a utilizar el dinero como vía de escape (le encante irse de compras por ejemplo) si alguna vez sufre un episodio maníaco la cosa se le descontrole. Importante entonces desde que su entorno se huela algo el controlar sus gastos de alguna manera, pero ojo, sin jugar a los espías que el Gran Hermano es algo puede desestabilizar muchísimo a un bipolar. Eso sí me ha pasado.
Una cosa buena (por decir algo) que tienen los hospitales es que si la manía acaba en ingreso, entonces desde ahí ya no vas a poder gastar ni un euro. Hay que ser optimista.